Cremas emolientes e hidratantes

Una crema emoliente y una hidratante tienen un objetivo común: tratar la piel seca. Las hidratantes se utilizan para aportar agua a la piel y recobrar la humedad. Pero las emolientes tienen un uso añadido: son un plus de hidratación recomendado para las pieles con sequedad extrema, a menudo con alguna enfermedad cutánea, como la dermatitis atópica, ictiosis, psoriasis, eczemas y dermatosis. en la psoriasis tienen un papel fundamental por su acción suavizante.

Activos contenidos en los emolientes

Los activos que permiten calmar estas pieles son el lactato de sodio, la urea, la alantoína y los aminoácidos especiales, entre otros.

Cuando hay un brote de alguna de estas patologías, se aplica un corticoide como tratamiento. Después se extienden por toda la piel las cremas o lociones emolientes, que evitan nuevos brotes.

Se suelen emplear en todo el cuerpo, pero sobre todo incidiendo en las áreas críticas de la enfermedad.

Los emolientes aportan un extra de hidratación que no necesitan las pieles sanas, para las que va mejor una hidratante.

TIPOS
En el caso de pieles con alguna patología se debe tener en cuenta el tipo de emoliente recomendado.

1. Los emolientes hidrófilos

2. Los lipofílicos

En la actualidad, hay más demanda hacia emolientes fluidos, de rápida absorción, menos viscosos y menos grasosos.