¿Qué son los AHA?

Los alfahidroxiácidos (AHA) son ácidos hidrosolubles  llamados transformadores de la piel. A este grupo pertenecen el ácido glicólico, ácido málico, ácido tartárico, ácido cítrico, ácido láctico, ácido mandélico, ácido pirúvico,..

Su eficacia, modo de uso y tolerancia en la piel, se ven afectadas por factores como la longitud de sus cadenas de carbonos (C), concentración y pH.

Según la longitud de la cadena de C el más eficaz es el ácido glicólico, siendo el de menor tamaño y que penetra más rápido. El ácido cítrico en cambio es de mayor peso molecular, por lo que penetra más lentamente. El ácido salicílico es un betahidroxiácido (posee el grupo carbonilo en posición beta) que es liposoluble, por lo que es ideal para el tratamiento de las pieles grasas con tendencia acnéica. Los polihidroxiácidos como la gluconolactona y el ácido lactobiónico, son mejor tolerados en pieles sensibles por sus largas cadenas.

A mayor concentración del AHA, la eficacia es mayor, siendo la máxima concentración permitida de venta en farmacias del 10% de ácido libre. Si se puede emplear a mayores concentraciones en centros médicos. Hasta el 8 por ciento posee propiedades hidratantes, hasta el 10 por ciento consigue normalizar la síntesis de colágeno y elastina, a la vez que consigue una mayor acción renovadora en la superficie de la piel. Y a concentraciones del 20 por ciento reduce la actividad de los melanocitos.

Los AHA deben formularse a un pH mayor de 3.5 y menor de 4.2, siendo lo ideal para la piel un ácido glicólico por ejemplo al 8-10 por ciento con un pH de 3.5, ácido láctico de 3.86, ácido mandélico de 3.41, ácido málico de 3.40.  Si el pH es menor podría ser más eficaz pero peor tolerado, irritaría mucho la piel. Si el pH es demasiado elevado la tolerancia sería mejor pero menor la eficacia. De ahí la importancia de conseguir productos cosméticos con un equilibrio entre la eficacia y tolerancia. Habitualmente justo tras la aplicación del ácido se produce un leve hormigueo, que suele ir disminuyendo con el uso continuado. De ahí que se deba aplicar de forma progresiva según tolerancia un día sí, dos no, a días alternos a todas las noches si la piel lo tolera.  De todas formas hay personas a las que no les pica nunca aunque el pH sea adecuado, y otras a las que a pesar de seguir el tratamiento no les deja de picar, estas situaciones serían normales también.

Se deben evitar en las pieles sensibles, intolerantes o que presenten alguna patología como rosácea o dermatitis atópica. Ideales  en tratamiento de pieles acnéicas de uso diario o semanal según la concentración y pH. Preferentemente se aplicarán por la noche.

Son exfoliantes al mejorar la textura, tono de la piel y luminosidad. Reducen el grosor del estrato córneo, ayudan a su renovación, lo suavizan. Disminuyen la cohesión de los queratinocitos de la epidermis favoreciendo su desprendimiento, ya que este proceso con el paso del tiempo disminuye y el estrato córneo se vuelve irregular.

Son hidratantes al evitar la pérdida de agua transepidérmica y a su vez incrementan la hidratación consiguiendo un aumento del volumen epidérmico, mejorando así incluso el aspecto de las finas líneas de la epidermis. A determinadas concentraciones consiguen que los fibroblastos normalicen la producción de colágeno y elastina.

Los productos con AHA conviene aplicarlos sin frotar, evitando las comisuras de los labios y zona periorbital para evitar que pudiera entrar en los ojos. Es importante que durante el tratamiento con AHA por la mañana se aplique un protector solar de al menos FPS30 UVA, y que se renueve a lo largo de la jornada.

Los AHA no son fotosensibilizantes por lo que aunque no sería lógico iniciar el tratamiento en verano, si se puede continuar un tratamiento durante los meses de verano por la noche a concentraciones de hasta el 10 por ciento, aunque si no irrita la piel y no va a haber abuso de la exposición al sol, valorando el caso se podría emplear a concentraciones mayores por la noche y siempre la protección solar por la mañana.

Los AHA en ciclos con los retinoides y/o despigmentantes son los activos cosméticos más eficaces para transformar la piel por la noche  combinados con los antioxidantes y el protector solar por la mañana. De ahí que se considere un falso mito que no se pueda usar el retinol con los AHA supuestamente porque su pH ácido disminuye la eficacia del retinoide, lo cual no hay evidencia que suceda.

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