PIEL ESCAMADA: CAUSAS Y SOLUCIONES
La piel puede presentar diferentes cambios a lo largo de la vida, incluso a lo largo de un mismo año o una semana. Una de las cosas más molestas es tener la piel escamada pero, sin duda, lo peor es no conocer las causas y no saber cómo tratarla. Por eso vamos a darte todos los detalles para que sepas cómo actuar en este caso.
¿Por qué tengo la piel escamada?
Hay factores externos e internos que contribuyen a la descamación de la piel. Como siempre decimos, es muy importante cuidarse desde dentro para que los resultados sean visibles en el exterior. Para mantener la piel perfecta hay que llevar una dieta sana y equilibrada en la que abunden las frutas y las verduras. ¡No te olvides de la hidratación! Beber dos litros de agua al día es fundamental para evitar que tu piel se escame.
Si tus hábitos son saludables y aún así tu piel está escamada, puede deberse a otros factores internos. El estrés, el tabaco, la genética o enfermedades como la dermatitis o la psoriasis pueden ser las causas. Lo mejor es que acudas al médico y que sea un dermatólogo el que diagnostique tu problema. Sin embargo, los factores externos sí que los puedes controlar. La causa principal de la piel escamada es la deshidratación, pero los cambios de temperatura también tienen mucho que ver en este sentido. No solo el frío reseca la piel, ya que el calor, la exposición solar, el aire acondicionado y la calefacción pueden hacer mella.
Por último, la edad suele ser un factor determinante. Con los años la piel pierde firmeza y atributos, como el colágeno, y la retención de agua en la dermis se hace más difícil.
Cómo tratar la piel cuando sufre descamación
Combinándolo con lo anterior, debes llevar una rutina de cuidado que minimice el riesgo de sufrir este problema y tratarlo cuando ya lo tienes. Lo primero que debes hacer es saber cuál es tu tipo de piel para adaptar los productos que vas a utilizar. Al lavar la cara usa siempre un limpiador suave y, a ser posible, que no contenga alcohol, ya que resecan la piel. Lo mismo ocurre con el tónico, nada de utilizar productos agresivos.
La crema es el paso fundamental. Las pieles secas podrán utilizar una hidratante con aceites e ingredientes nutritivos. Eso en cuanto al cutis, pero para el resto del cuerpo es conveniente aplicar una leche reparadora para pieles secas.
Las pieles mixtas y grasas también pueden sufrir descamación, pero en este caso es recomendable usar una crema en textura gel y que contenga los ingredientes adecuados.
Por último, los cuidados extras también ayudan mucho: utiliza un exfoliante suave una vez a la semana para eliminar las células muertas y aplica mascarillas con ingredientes beneficiosos.
¡La piel escamada ya no será un problema!